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Foto del escritorDiana Murillo

Tu tiempo como agente inmobiliario te pertenece

Actualizado: 24 may 2022

Este es un negocio flexible, nos permite ajustar nuestro horario a nuestra vida, ya que como agentes independientes somos nuestro propio jefe; sin embargo si no aprendemos a manejar esa flexibilidad eso puede significar mucho más trabajo que si tuvieras un jefe. Conoce tres claves para poder controlar tu agenda y tener una vida balanceada.




 

Hoy quiero hacerte una confesión: una de las grandes razones por las que decidí entrar a este negocio, es porque a los 21 años cuando me estaba graduando como profesional, ya estaba casada y tenía a mi primera hija Isabella. Ella tenía 2 añitos 🤗



Una accidente durante su estancia en una guardería me marcó y me permitió decidir qué el trabajo al que me dedicaría me tenía que dar libertad, independencia y felixibilidad. Para que pudiera elegir si ir o no a una cita médica con ella, o estar con ella en un parque o acompañarla a una fiesta, etc.


Luego de buscar y aplicar en empresas grandes, decidí que ser independiente podría ser una opción para mi.


Hice encuestas por internet, hice investigaciones de mercado, vendía productos por catálogo, sin embargo una parte de mí extrañaba formar parte de un equipo, sentir que crecía y que estaba desarrollándome como persona y profesional.


Así que un día, esa oportunidad llegó. Luego de recoger a mi hija en el jardín, caminaba por un centro comercial y leí “SE BUSCAN AGENTES FREELANCE”. A mi todo lo que fuera Freelance me encantaba!!! Así que entré, fue mi primera experiencia en una inmobiliaria, en la que aprendí y de la cual guardo mucho agradecimiento y cariño.


Pero bueno, volvamos al tema que nos atañe: el tiempo.


Era flexible, si, yo lo manejaba si, era independiente también. Sin embargo debo confesarte que al principio pensé que trabajaría solo en las mañanas mientras Isa estaba en el jardín, pero ¡el tiempo no alcanzaba! Me llevaba a Isa dormida a citas (conoció muchas casas) la gerente de mi oficina la cuidaba, en fin en esa época no logré organizarme para descansar y dejar de trabajar. De hecho trabajando mucho incluyendo fines de semana y festivos.


Recuerdo que me llamaban los clientes, y corría a mostrarles una propiedad guiada más por mi ansiedad de vender que por una calificación real del comprador. El resultado: compradores que buscaban diferentes opciones a las que mostraba, sin el presupuesto acorde al inmueble, al final compradores que no estaban calificados.


Con esto quiero decirte que si, este negocio te da flexibilidad pero si TÚ no aprendes a controlar tu agenda, alguien más lo hará.


En el año 2013 decidimos junto con mi familia mudarnos de Bogota a Barranquilla (Costa caribe en Colombia).


Esta vez ya no viajábamos solo con Isabella (quien tenia 5 años) viajamos también con nuestra segunda hija Martina (tenía tan solo un mes de nacida).



Me tomó un tiempo adaptarme a la ciudad y reiniciar nuevamente (luego puedo contarte en otro artículo la importancia de aprender a adaptarnos).


Sin embargo, una vez el ritmo reinició, yo no paraba, mostraba propiedades todo el tiempo, me reunía con clientes hasta tarde en la noche, cada fin de semana era incierto para los planes familiares porque no sabía que citas iba a tener. Físicamente era incapaz de organizar mi agenda, ojo! Ya llevaba más de 3 años en el negocio.


No era consciente de que mi razón principal para estar en el, es decir mi familia: mi esposo y mis hijas, eran a quienes menos tiempo les dedicaba.


Nota: quieres saber ¿qué es lo más importante en tu vida? (en serio) revisa a qué le dedicas más tiempo en tu día, tu semana, tú año... tu vida. Es decir revisa tu agenda. Puedo decir que era por lo menos un 80% trabajo y 20% familia.


Recuerdo que un día Isabella, mi hija mayor me preguntó: mami ¿quién decide que citas tendrás el fin de semana? Y yo le pregunté ¿por qué mi cielo? Y ella me respondió: Para decirle que no te programe nada para el próximo fin de semana. ¿Adivinas la respuesta? Yo era quien decidía que cita atender y cuál no.


Aún así, mi ritmo no se detenía. A pesar de decir que quería hacerlo, no hacía cambios reales en mi agenda y por ende en mi vida.


Sin embargo, un día pasó algo que realmente me hizo pensar en qué estaba haciendo y en cuáles eran mis prioridades.


Hace algunos años, estábamos negociando un proyecto que, de darse, iba a ser una oportunidad muy valiosa para nuestro equipo. Duramos meses negociando, llegando a acuerdos, ajustando el contrato, hasta que por fin lo logramos. Llegó el día tan esperado, en que el constructor iría a nuestra oficina a firmar el acuerdo.


No recuerdo con exactitud la hora de la reunión, sin embargo se que se acordó temprano en la mañana: digamos 8:00 am.

La otra persona que iba a firmar se retrasó y llegó tarde a la reunión. Pensé que el documento estaba listo, sin embargo surgieron más cambios, correcciones, entre la charla normal y el tiempo... seguía pasando. No puedo decirte exactamente qué día era, sin embargo si recuerdo perfectamente que era en el mes diciembre, porque ese día, a las 10:30 am era el show de navidad en el jardín de mi hija menor Martina. Por eso la reunión se agendó a las 8:00 AM, para que tuviera tiempo de firmar y ver a mi hija en su show.


Para no hacer más larga la historia, ¿firmamos ese día el contrato? Si, pero salí de la oficina a la hora que iniciaba el show, las 10:30 am. Por teléfono estaba hablando con la profesora del jardín, y me dijo que no podían espérame más, que debían empezar.


Era un camino de más de 20 minutos de la oficina al jardín, y por supuesto no alcance a verla. Llore de tristeza y rabia conmigo misma durante todo el camino, por haberme perdido ese día algo que para ella y para mi era tan importante siendo tan chiquita. Tenía 3 años.


Ese día, me prometí que jamás reemplazaría a mi familia por algo de mi trabajo.



Amo lo que hago y agradezco cada día la oportunidad de ayudar a tantas personas, sin embargo ese día, me dolió tanto no estar (tiempo) con ella, que prometí jamás hacerlo de nuevo, no solo con ella, con mi esposo y con Isabella.


El año siguiente me invitaron a dar un taller de propiedades de lujo en RE/MAX Chile durante el mes de enero, y recuerdo haberles dicho que con gusto iría, pero tendría que estar acá para el cumpleaños de mi hija Isa. Y así fue. No estuve en todos los días del evento ya que había regido regresar antes a casa.



 


Entonces, con esto, simplemente quiero hacerte una invitación para que reflexiones. No se trata de no trabajar, se trata de trabajar más inteligentemente y de manera más eficiente.


Se trata de trabajar con personas en quien confías y aprendas a delegar.


Este artículo ha resultado ser bastante personal, pero siento que en las historias reales vemos muchas veces reflejada nuestra propia vida, y si en algo puedo aportarte, mi labor se ha cumplido.


Este artículo lo escribo en abril del año 2019. Hoy en día mis hijas tienen 10 y 5 años respectivamente, llevo compartiendo una vida con mi esposo hace 13 años y somos socios hace 5 años. El año pasado, y gracias a muchas personas: mis clientes, colegas, un equipo increíble y muchas otras personas, cerramos un año increíble, de mucho aprendizaje y entender que lo valioso es el proceso y que la recompensa será el resultado cuando te enfocas en ayudar .



(Premiación en la convención internacional de RE/MAX en Las Vegas 2019.)


Sin embargo, del año pasado, mi logro más grande como mujer, mamá y como familia es que estos resultados se lograron el mismo año en que con mi esposo Camilo, decidimos lanzarnos al agua e iniciar un proceso de educación diferente, presente y consciente. En agosto del 2018 decidimos educar en casa a nuestras hijas, para que desde pequeñas ellas aprendan que lo importante es disfrutar de lo que hacen y dedicarle tiempo a eso que les apasiona.


El año pasado, ha sido el más productivo en mi trabajo y además el año en que más tiempo he pasado con mi familia desde que inicié mi carrera inmobiliaria.



Entonces, claro que tú también puedes tener un negocio exitoso y tener tiempo para disfrutar con tu familia, tu esposo o esposa e hij@s. Claro que tienes tiempo para aprender, compartir y divertirte.


Puedes lograrlo, y para ello te comparto las claves que a mi me funcionaron:

1. Define tus prioridades

Luego de revisar hoy a que le dedicas tiempo, decide ahora a qué le vas a dedicar tiempo.


¿Cuáles serán tus prioridades ? y estas deberán guiarte cada día.


2. Tu tiempo te pertenece y tú decides donde invertirlo.

Una inversión exige un retorno, si no lo tiene es simplemente un gasto. Si inviertes dinero esperas un retorno en dinero. Cada vez que vas a decir SI a algo en tu agenda, revisa cuál será el retorno de ese tiempo invertido. Usa una agenda (virtual o en papel, pero úsala te permite ver más claramente tu semana).


3. Aprende a decir no, a delegar y referir.

Solemos creer que nadie salvo nosotros mismos sabe hacer las cosas. (Por lo menos me pasaba a mi). Un rasgo personal en el cual sigo trabajando es el perfeccionismo, sobre todo el que no te deja avanzar ni delegar. Asi que si tienes claras tus prioridades, seguro no todas las actividades podrán entrar en tu agenda, así que debes aprender a decir que no, o por lo menos no en el momento en que tu cliente o colega dice si.


Además debes confiar también en tus colegas, “el que mucho abarca poco aprieta” dice un dicho en mi país, querer tener todas las propiedades incluso las que no están en tu zona o expertise, puede generarte mucho trabajo si, pero ¿que tantos resultados?. Aprende a referir clientes a otros colegas, así mismo ellos también te referirán a ti clientes.


 

Este es un trabajo apasionante y que delicia que lo disfrutes tanto como yo lo he disfrutado en estos años, sin embargo la vida es un conjunto de distintas áreas, no solo tu trabajo: te incluye a ti, a tu familia, tu pareja, tu salud, tu crecimiento y bienestar, tu recreación, hobbies, en fin! Todas las áreas que tú consideres importantes para ti. Recuerda dedicarles tiempo.


Te invito a que tú también creas en la verdadera prosperidad, aquella en la que no sacrificas salud por dinero, familia por trabajo, éxito por infelicidad. La prosperidad donde puedes tenerlo todo, abundancia económica y personal, abundancia en cada área de tu vida. Es un proceso si, implica mucho aprendizaje si, pero piensa en que al final de tus días te dará la satisfacción de que diste lo mejor de ti en cada área y con cada relación importante en tu vida, y no te arrepentirás de no haber dedicado suficiente tiempo a aquello que ahora sabias era importante.


Te mando un abrazo fuerte!


Diana


 

Gracias de corazón por leerme y tomarte el tiempo de suscribirte, compartir y algunas veces escribirme. Escribirte se ha vuelto un compromiso tan fuerte que te cuento que hoy no me encuentro en Barranquilla, estoy desconectada en un lugar mágico, sin embargo sé que gracias a mi equipo has podido leer este mensaje.


Puedes seguirme a través de mis redes @soydianamurillo te comparto parte de nuestro estilo de vida Cómo familia unschooler ✨ y si quieres que hable de algún tema en específico puedes enviarme tus comentarios a dmurillo@remax.co.





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